20 julio 2012

Confesión

Ultimamente había estado cogiendo la guagua para poder llegar más rápido a mi destino y de paso me ahorraría algo de de dinero ahora que no ando con la tarjeta del tren de estudiante.

La verdad es que--y a medio de confesión--aborresco ceder mi asiento a algún envejeciente cuando cojo la AMA. Yo sé que es don de gente hacerlo pero cuando uno va inmerso en sus propias letanías, cansado, adolorido o hambriento a cualquiera se le pasa por alto. Pero cuando pienso en mis abuelos (que en paz descansen) me viene una culpa tremenda. Luego reacciono y me digo a mí misma:

"Misma!, qué carajo, si tus abuelos se murieron hace rato".

" Ej claro!".

Así que siempre termino parándome y cediendo el asiento, anyways.

En la guagua se montó esa señora que hacía rato yo había divisado con el rabillo del ojo desde la parada en que se paró la guagua. Tan pronto se monta y enseña su carnet al chófer iniciamos la marcha.Yo que mientras cavilaba si me paraba o no, se me asoma la septuagenaria con un montón de bolsas del supermercado llenas de comida para gatos que a leguas se veía que no podía con ellas. Me dice que nadie es capaz de ofrecerle un asiento cuando eso es un deber por ley porque lo dice en las reglas que estan pegás por toda la guagua. Y yo como no quiero que me azote la culpa otra vez ni mucho menos que todos me miren como la gorda cabrona que no quiso ceder el asiento me paro sin mediarlo dos veces.

Lo que presencié a continuación me dió ganas de errm bueno--nevermind.

-- Señora, siéntese ...

-- Ay no mija, no te preocupes, que yo vengo de estar sentá en la parada.

La señora no se sentó. Se agarró fuertemente del barandal de metal y puso todas sus bolsas de supermercado en el asiento.

2 comentarios:

Erick Albertorio dijo...

Eah...que mal. Solo ha sido una vez en que me monté en una guagua pública en mi vida, pero ya que me voy a hospedar en Rio Piedras las usaré con más frecuencia. Qué tipo de cosas me esperan en un futuro?... =\

Anónimo dijo...

LOL!
Me mató lo de: "Miiiijma!"