20 julio 2012

Cuando las madres atacan

El sabado pasado fui al NATATORIUM en San Juan a ver unas competencias de natación donde competiría la hermana de mi roomate. Quede muy sorprendido con el lugar, el sitio estaba super limpio (será porque es nuevo?) y una organización admirable. Nos sentamos, mis acomplices y yo, en los bleechers más altos para coger fresco y ver las competencias, un poco aburridos porque eran todos chamaquitos y chamaquitas y no había nAda que ver.

Y de repente, evento 54 y se escucha un grito desgarrador...



DALEEEEEEE PUÑEETAAAAAAA, DAAAALEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE MAAIKOOOOLLL DUROOOOOO DALEEEEEEEEEE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

En un estado de guat-de-fok total, me viro y lo que veo solo se puede describir con esta imágen:


Bueno, quizás no así. También tenía dos moños, una gorra y una camisa del equipo del alegado "Michael". Además de la gritería, estaba pitando y tirando besitos como en las carreras de caballos. Su cara tenía varios tonos de rojo y si la carrera hubiese continuado, se habría hasta metido en el agua.

Yo me pregunto, ¿dónde la gente deja el decoro y la vergüenza? Y si se dijera que es un field day pero el pobre muchacho, que probablemente le den una pela si no gana la carrera, ni siquiera está escuchando.

-¿Y por qué?

-Porque tiene la cabeza metida en la CABRONA AGUA.


Fanatismo-maternal extremo y niños-caballos. Sólo en Puerto Bestial.